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Análisis

Proceso de Paz

Las claves del proceso de negociación entre el Gobierno y la ‘Segunda Marquetalia’ tras la instalación de la mesa

Este lunes 24 de junio se instaló la mesa de negociación entre el Gobierno y la 'Segunda Marquetalia'.

Este lunes 24 de junio se instaló la mesa de negociación entre el Gobierno y la 'Segunda Marquetalia'.

Foto:Oficina del Alto Comisionado para la Paz

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El Gobierno busca que sea un proceso rápido que retome temas tratados en La Habana. Primer ciclo irá hasta el 29 de junio.

Camilo A. CastilloPeriodista
Con la presencia de Otty Patiño, comisionado para la paz, y Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez -quien reapareció a finales de mayo luego de que se creyó muerto-, este lunes se instaló oficialmente la mesa de negociación entre el Gobierno y la ‘Segunda Marquetalia’, grupo desertor del Acuerdo de Paz de 2016. Este es el tercer proceso de paz que da inicio en el marco de la política de ‘paz total’ después de los iniciados con el Eln y las disidencias del ‘Estado Mayor Central’ y el que, en términos jurídicos, plantea mayores retos para el presidente Gustavo Petro.

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El acto de instalación arrancó con la lectura de un comunicado conjunto por parte de Gloria Arias Nieto, una de las delegadas del Ejecutivo, y Jhurleny Guerrero, integrante del grupo armado, en el que dieron a conocer que durante el primer ciclo se trabajará en la agenda de diálogo, en los protocolos de la negociación y en acciones para el desescalamiento. Además, se confirmó que Cuba, Noruega y Venezuela serán los países garantes, mientras que la Conferencia Episcopal y el Representante Especial del Secretario General de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, serán los acompañantes del proceso.
Luego de la lectura del comunicado, intervinieron los principales delegados de ambas partes. Primero lo hizo José Vicente Lesmes, alias Walter Mendoza, principal vocero de esa organización armada, luego Armando Novoa, jefe de la delegación del Gobierno, y cerraron Iván Márquez y Otty Patiño. En sus intervenciones, los representantes de las partes dejaron varias pistas de hacia dónde puede ir este proceso.

No habrá cese del fuego, pero sí desescalamiento

A diferencia de los otros procesos de negociación que adelanta el Gobierno, en los que acordaron ceses del fuego en las primeras etapas de los diálogos, Armando Novoa y el comisionado Patiño han optado por recurrir a lo que denominaron el desescalamiento. Esta estrategia se plantearía inicialmente en los departamentos en donde hay mayor presencia de la ‘Segunda Marquetalia’: Nariño, Putumayo y Caquetá.
“Nosotros creemos que el planteamiento que se ha hecho junto con la ‘Segunda Marquetalia’ es una gran innovación. Desescalar el conflicto es una metodología nueva y creemos que será más alentadora y productiva que los ceses del fuego bilaterales. El cese al fuego va descansando sobre elementos técnicos del mecanismo de verificación que nunca será perfecto, en cambio, la voluntad política será el gran músculo que conducirá a la paz”, señaló Otty Patiño.
En su declaración, Márquez también mencionó este desescalamiento, pero también habló de un “alistamiento territorial” sobre el cual no hubo claridad. “El ‘alistamiento territorial’ es condición necesaria e indispensable a la vez para los ‘Territorios de paz’, los cuales representan uno de los pilares del proceso con la ‘Segunda Marquetalia’”, señaló el jefe guerrillero. Estos territorios de paz aparecieron tras la firma del acuerdo para el inicio formal de la mesa, firmado el 3 de junio, y estarían relacionadas con las regiones de paz que creó la ley 2272 o de paz total -zonas concretas en donde se ejecutan acciones de paz- y con la implementación inmediata de acuerdos que se propone en este proceso.
Este lunes 24 de junio se instaló la mesa de negociación entre el Gobierno y la 'Segunda Marquetalia'.

Iván Márquez reapareció durante la instalación de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la ‘Segunda Marquetalia’.

Foto:Oficina del Alto Comisionado para la Paz

Para Paula Tobo, investigadora de la Fundación Ideas para la Paz, esta decisión tiene que ver con los obstáculos que han generado las treguas a las mesas de negociación y pone como ejemplo lo que sucede con el EMC. “En términos operacionales han puesto unos obstáculos muy grandes a la Fuerza Pública, ha generado varias confusiones, hay una muy recientemente documenta en la que se puede ver con ‘Iván Mordisco’ en donde no se pueden emprender acciones ofensivas porque está en una zona cobijada por el cese del fuego”, opinó.
“A esto hay que sumarle que varias instituciones del Estado han constatado cómo las treguas le pudieron haber dado un margen a los grupos para poder fortalecer”, agregó la investigadora.
“Es importante que se pueda aprender de los anteriores y actuales procesos de negociación, por lo que es clave que este proceso arranque con una fuerte voluntad de respeto a la población civil en cada uno de los territorios en donde hace presencia, especialmente en Putumayo. El DIH debe ser el eje fundamental de la negociación”, opinó Leonardo González, director de Indepaz.

La agenda y el reconocimiento de que ya hubo un proceso

Como lo adelantó EL TIEMPO, el Gobierno no piensa arrancar desde cero. Su objetivo es que el proceso se desarrolle en el menor tiempo posible y para ello tendrán como base los compromisos alcanzados entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las extintas Farc en 2016, lo que no quiere decir que ese acuerdo se vaya a tocar o a modificar.
“Queremos llamar a la ‘Segunda Marquetalia’ a que no se equivoque, que ya hay una agenda, que el Gobierno está comprometido con un acuerdo especial depositado en el Consejo de Seguridad de la ONU, este proceso que debería ser apoyado por la sociedad colombiana, debe involucrar a sus autoridades”, dijo Armando Novoa, quien agregó que sería un error histórico, sobre todo con aquellos que firmaron el acuerdo de 2016, obviar que se firmaron unos compromisos fruto de una negociación.
Del lado de la ‘Segunda Marquetalia’, la tesis es la misma que vienen esgrimiendo desde que se rearmaron: sostienen que el nacimiento de ese grupo armado es producto de un supuesto entrampamiento en contra de Seuxis Pausias Hernández, alias Jesús Santrich, y de los “incumplimientos del Estado colombiano”.
"Como nueva organización guerrillera llegamos a esta mesa con el objetivo de llegar a un acuerdo de paz que lo cumpla el Estado. Muchos de nosotros venimos de la experiencia de un acuerdo de paz incumplido, como lo ha reconocido el presidente Petro", señaló Mendoza. Pero si en algo coinciden las partes es en que hay incumplimientos y en la necesidad de que se implemente el Acuerdo de Paz de 2016. “No tenemos intención de ocuparnos de un acuerdo ya firmado que sigue a la espera de ser cumplido”, agregó el vocero de la ‘Segunda Marquetalia’.
Otros temas que se tocaron durante la instalación están relacionados con las coincidencias que esa organización armada dice tener con el Eln en varios de los temas planteados en su agenda, la participación de la sociedad en el proceso y las víctimas. “La ‘Segunda Marquetalia’ asume el compromiso con los familiares de las víctimas del conflicto. Responderemos por los hechos ocurridos después del 2019”, concluyó Mendoza.
El video de la Segunda Marquetalia se conoció el 12 de abril.

La ‘Segunda Marquetalia’ cuenta hoy con 1.646 integrantes en Colombia y Venezuela, según cifras de inteligencia militar, entre hombres en armas (1.048) y redes de apoyo (598).

Foto:Archivo particular

¿Amnistía o sometimiento?

Una de las preguntas que tendrá que resolver Armando Novia es cómo serán tratados por la justicia aquellos miembros de ese grupo que se desarmen. El panorama para el ejecutivo es complejo: si bien el presidente Petro tiene la potestad de iniciar diálogos con la ‘Segunda Marquetalia’, el artículo Transitorio 66 de la Constitución, en su parágrafo 2, indica que “en ningún caso se podrán aplicar instrumentos de justicia transicional a grupos armados al margen de la ley que no hayan sido parte en el conflicto armado interno, ni a cualquier miembro de un grupo armado que una vez desmovilizado siga delinquiendo”.
A esto hay que sumarle que la base jurídica de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), es decir, la Ley 1957 de 2019, dice que aquellos que firmaron los compromisos derivados de la negociación de La Habana y luego desertaron no podrán recibir ningún beneficio del acuerdo.
El camino que han planteado integrantes de ese grupo, como Geovanny Andrés Rojas, alias Andrés Araña, máximo cabecilla de los ‘Comandos de la Frontera’, es el de la “amnistía, perdón y olvido”, algo con lo que no está de acuerdo alias Alquiver, de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, quien, como lo reseña un informe de la FIP publicado ayer, no está de acuerdo con una Ley de Punto Final, pues considera que todos los actores armados deben responder ante la justicia.
No obstante, Novoa no descartó que ese tema pueda llegar a ponerse sobre la mesa. “No hemos llegado a ese punto y ese tipo de medidas tendrá que evaluarse en relación con el estado de avance de las negociaciones. Está en la Constitución, pero esa figura tiene que armonizarse con la circunstancia de que el Estado hace parte del estatuto de Roma. Las medidas de la justicia transicional tienen que enmarcarse en los parámetros del estatuto”, dijo.
Sobre este punto, Tobo considera que el tema del sometimiento sea una preocupación para el Gobierno a corto plazo. Como se vio ayer, los puntos de partida de esta negociación tiene que ver con acciones territoriales y no se va a tocar el tratamiento jurídico en este momento. Eso es algo que va a suceder, porque es un tema transversal en las negociaciones, pero llegará cuando se habla de desarme. El problema es que si lo dejan para el final, tendrán poco tiempo para los ajustes normativos”, concluyó la analista.
REDACCIÓN POLÍTICA CON INFORMACIÓN DE ANA MARÍA RODRÍGUEZ BRAZÓN, CORRESPONSAL EL TIEMPO EN CARACAS
Camilo A. CastilloPeriodista
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