En febrero de este año, el BBVA Research publicó el informe: ‘Una mirada a las mipymes en Colombia’, un completo documento para entender y dimensionar el estado actual de este segmento empresarial. Para ilustrar mejor la importancia de este grupo de unidades productivas en la economía local, y priorizar las estrategias para incrementar su competitividad, vale la pena detenerse en algunas de las principales cifras y hallazgos.
Lo primero es partir del hecho de que estamos hablando del rubro más representativo del universo empresarial del país: 99,5%, de las 1,7 millones de compañías formales activas a corte de 2022, fueron mipymes; el aporte de estas al PIB está por el orden del 40%; y generan el 79% del empleo total de nuestro engranaje productivo, y 53% del empleo formal.
Así mismo, también es relevante analizar su tasa de supervivencia y tamaño, pues, de acuerdo con el Conpes 4011 que cita el informe, al cabo de 5 años las empresas estadounidenses son 24% más grandes que las colombianas; y 32%, después de más de 10 años, sin importar el tamaño inicial con el que nace la organización.
La entidad señala que, tras 5 años de operación, solo el 8,5% de las microempresas presentan movilidad ascendente -que logra crecer y ser clasificada en un mayor tamaño-; en el caso de las pequeñas empresas, esta movilidad asciende al 21,2%; y en las medianas, al 30,8%. Esto quiere decir que dentro del mejor promedio del segmento mipyme, una de cada 3 empresas atraviesa el valle de los primeros 5 años positivamente.
Si bien hay muchas más estadísticas e información de alto interés, quisiera detenerme en las recomendaciones finales del informe, con el fin de centrar la atención en lo que se necesita para incentivar la movilidad ascendente e incrementar la productividad de este segmento tan protagónico.
El documento menciona aspectos como la formalidad empresarial, los encadenamientos productivos; la integración, por medio de clústeres; el desarrollo de mercado y la digitalización. Este último, definido como “lograr que todas las empresas accedan a internet, extendiendo la conectividad, reduciendo los costos de internet y logrando mayor apropiación mediante formación”, es tan esencial como urgente.
Indistintamente de la actividad económica, cada día es más difícil concebir un negocio que no requiera de las herramientas tecnológicas para proyectarse, especialmente cuando el comercio electrónico, por ejemplo, alcanzaría un incremento del 17% en las transacciones totales de bienes y servicios para 2024 en el país, según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (Ccce).
Por esta razón, desde Sumer, como plataforma que permite crear tiendas digitales con la ayuda de inteligencia artificial (AI) y en cuestión de segundos, trabajamos porque esa migración de las mipymes hacia la virtualidad sea lo más accesible e intuitiva posible, de manera que la movilidad ascendente sea una realidad.
JOAQUÍN SERRANO
CEO y cofundador de Sumer.
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