Ayer el presidente de la República, Gustavo Petro, confirmó el nombramiento de Helga María Rivas como nueva ministra de Vivienda, Ciudad y Territorio. Este relevo hace parte del remezón del gabinete que anunció el primer mandatario y que lleva ya seis carteras en los últimos días- Justicia, Interior, Transporte, Agricultura, Educación y Vivienda. La crisis ministerial fue explicada por el propio jefe del Estado como una corrección de “errores”, ya que el anterior gabinete se “dejó encerrar”.
El ministerio de Vivienda siempre estuvo incluido en los rumores de la ‘gabinetología’, en especial por los bajos resultados en el segmento de la Vivienda de Interés Social y el rezago de la actividad constructora. Prácticamente durante todo lo corrido de la administración Petro los principales indicadores de la construcción de vivienda han experimentado un continuo desplome, sin un camino claro para su recuperación.
De hecho, el primer trimestre de este 2024 registró las ventas trimestrales más bajas de los últimos quince años y hasta 21 meses consecutivos de caída.
De acuerdo a las cifras de Camacol, el gremio de los constructores, los cinco primeros meses de este 2024 han mantenido esta tendencia negativa.
Entre enero y mayo las ventas de vivienda registraron una contracción acumulada del 14 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado. Si bien las iniciaciones de Vivienda de Interés Prioritario (VIP) subieron 75,6 por ciento, no compensaron la reducción en VIS y no VIS. En los últimos doce meses la contracción en el mercado de vivienda ha sido de más de 49 mil unidades.
Al igual que con las carteras de Agricultura y Transporte, el presidente Petro ha escogido a una mujer con trayectoria y experiencia, que fue secretaria en su gabinete de la alcaldía de Bogotá. La ministra Rivas se estrena con no pocos desafíos.
Uno de los principales está en liderar desde el Gobierno Nacional la recuperación del sector de la construcción, específicamente el de vivienda social. Esta tarea pendiente es prioritaria no solo para mejorar los resultados de la administración en esta materia, sino también por su papel crucial en la reactivación de la economía.
Es perentorio que la Casa de Nariño incorpore medidas urgentes y específicas destinadas al estímulo de la construcción de vivienda dentro de un eventual plan de recuperación económica, que no da espera a pasar por el Congreso. Es momento asimismo de revisar las modificaciones y nuevos trámites que se implementaron en los subsidios de ‘Mi Casa Ya’, cuyo balance no ha sido el más dinámico. La nueva jefe de la cartera debe reorientar este instrumento con la meta de la reactivación sectorial en la mira.
Otro reto para la ministra Rivas está en reconstruir los vasos comunicantes y el trabajo conjunto con los constructores. Camacol calificó su llegada como una “gran designación” y manifestó el “apoyo del tejido empresarial” para “trabajar conjuntamente para impulsar la reactivación, la construcción sostenible y el cierre de brechas”.
Desde el lado de la financiación de vivienda, la banca privada- ha reducido sus tasas de interés para estimular el mercado inmobiliario.
Al igual que con las nuevas ministras del agro y la infraestructura, se abre una ventana de oportunidad de cooperación público-privada que la cartera de Vivienda debería aprovechar.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
[email protected]
X: @pachomiranda
